Nosotros los practicantes de Reiki somos un canal de comunicación; es decir, un medio por el cual se transmite una información. La información que trasmitimos se llama energía “Reiki”.
Al igual que a nivel técnico, el canal de comunicación es fundamental dentro del proceso de comunicación, cuando un emisor envía información a un receptor, intervienen una serie de elementos para que este sea óptimo. El contexto, el ruido, el mensaje, y el canal son los elementos que participan, junto con el emisor y el receptor. En lenguaje de Reiki los elementos para nosotros son:
- Contexto: Lugar dónde realizo la terapia. Corresponde a nuestro lugar de trabajo el cual siempre debe estar limpio y organizado.
- Ruido: Estado de ánimo, físico y emocional del canal.
- Mensaje: La energía que se canaliza.
- Canal: El practicante de Reiki.
- Receptor: El consultante que accede a la terapia.
- Emisor: Ángeles, maestros, guías espirituales, hermanos y hermanas de la luz.
Además, nuestro canal es bidireccional, es decir, que la comunicación se lleva a cabo a través de un canal que permite una interacción constante y directa entre emisor y receptor.
Es importante tener presente en lo más profundo de nuestro ser que nosotros NO realizamos ninguna sanación ni curación, solo somos canales y por tanto, la misma energía es la encargada de realizar todo el proceso. Entre menos involucremos nuestra energía en una sesión más pureza energética habrá.
¿Qué es sanación y curación?
Curar habla de la desaparición de los síntomas o enfermedades utilizando agentes externos como medicamentos y está más enfocado en el cuerpo físico. Cuando hablamos de sanar nos referimos a algo más profundo e interno que tiene que ver con las emociones, la mente, el espíritu.
Recordemos que morir hace parte de un proceso de sanación, es la vía por la cual trasnciende y evoluciona nuestra alma, hace parte de regresar a nuestro origen.